Es un enfoque o rama de la Medicina Estética, que busca correlacionar los aspectos físicos, mentales y espirituales que influyen en la apariencia física de nuestros pacientes, en búsqueda del origen o principio que desencadenó el problema estético, para así brindarles las mejores estrategias y tratamientos, con mayores beneficios y durabilidad en el largo plazo, dando como resultado una mejor calidad de vida.
Por medio de una valoración médica inicial, estudiamos la posibles enfermedades o antecedentes médicos, factores externos o internos, salud digestiva, alimentación, nutrición, microbiota intestinal, hábitos del paciente, entre otros factores importantes, que puedan estar influyendo en su aspecto estético (salud dermatológica, capilar y/o corporal).
Se evalúa además el grado de afectación que presente, para de esta manera y en unión perfecta con otras especialidades médicas y de la salud, enfocarnos hacia un tratamiento médico estético integrativo.